viernes, 11 de diciembre de 2015

El tulipán dorado de Ermirna - Patricio G. Bazán, Israel Gutiérrez Nava & Erath Juárez Hernández


–¡Corten! ¿Qué hace ese imbécil?
Una escena sencilla: sale el Maharajá por una puerta, y regresa gritando “¡Guardias!”. Sin embargo, acaba de entrar con la ropa del revés, exclamando algo así como “¡saidrauG!”.
Furioso, el director exige explicaciones, sin ser entendido ni comprender la réplica del confundido actor. El guionista observa la escena con súbito interés, pues sospecha saber lo qué ocurrió. Se acerca y susurra:
—Mire la escenografía: se usó para “Alicia”. No es una puerta, sino un portal, y por lo que veo y escucho, funciona como un espejo.
El guionista le pide al actor que diga la siguiente línea de su diálogo. Con algo de angustia pero con una fluidez natural, el actor dice: ”!oicalap led satreup sal darreC¡”. Ambos corroboran lo dicho con lo escrito en el guión; el director parece comprender, no sin cierto escepticismo, aquella extrañeza.
Sin más remedio, ordena que se repita la escena, pero que ahora las cámaras graben en sentido inverso. Al gritar “!noiccA¡” se sorprende, pero deja seguir la escena. Esta vez el actor claramente dice su línea: “¡Guardias! ¡Cerrad las puertas del palacio!”. Por fin una línea correcta, piensa y como queda más que satisfecho con la escena, grita: “!netroC¡”.
Todo el mundo queda mudo, miran al director que no puede más que decir “!nóicacol ed raibmac euq somerdnet, ojaraC!”.
Mientras mira como todos se retiran, un conejo pasa frente a él. El director lo sigue y ambos desaparecen de otro lado del portal.

Acerca de los autores:
Israel Gutiérrez Nava

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