martes, 9 de febrero de 2016

Triscaidecafobia - Patricio Bazán, María Elena Lorenzin & Alejandro Sosa Briceño


Lucas Costa había consultado el tarot y la carta número trece, La Muerte, se empeñaba en salir una y otra vez. Para colmo, era martes trece, nada era peor que ese número para un triscadeifóbico. Intentó llamar a su novia, pero su dedo se paralizó en el aire al ver que el número telefónico contenía la funesta cifra. ¿Cómo no lo había notado antes? Probó enviar un correo electrónico, pero advirtió alarmado que tenía trece mensajes sin leer. ¡Ese maldito Tarot! No tendría que haberlo consultado. Estaba dispuesto a quedarse en casa todo el santo día cuando sonó el teléfono. Lo levantó con temor. Era de la oficina de correos. Había un paquete a su nombre y le pedían que fuera a retirarlo. La voz que le daba el recado le aseguró que era urgente que lo retirara hoy. Lo pensó muy bien. No esperaba ningún paquete y nada ni nadie lo iban a sacar a él de casa, su refugio seguro.
—¿Cuánto me costaría si lo envían a mi domicilio? —preguntó.
—Déjeme ver... Trece libras... Trece con trece.
Le tembló un párpado.
—¿Cuánto? —dijo sin resuello 
—13.13.13.13.13...
Vomitó. La arcada lo dejó de rodillas. El teléfono en el suelo repetía el número sin parar.
En un balcón verde lima dos enfermeros fumaban. Al terminar su cigarrillo, el alto preguntó:
—¿Sabes qué le pasó al catatónico de la trece?
—No sé, ya estaba así cuando lo trajeron esta mañana.

Acerca de los autores:



No hay comentarios:

Publicar un comentario